La Serie GP-M conforma una estructura con mínima concavidad, al empatar prácticamente el diafragma a
la superficie de montaje. Esto evita que se aglomeren materiales extraños en la tubería.
Una obstrucción en el interior del sensor puede dar lugar a una respuesta tardía o a errores en los valores de detección. El sensor se puede desmontar para limpiar piezas de conexión, como los acoplamientos, si se obstruyen.
Indicador luminoso visible en 360 grados. Los usuarios pueden comprobar el estado de un vistazo.
La pantalla digital puede invertirse verticalmente con un giro de 180°, lo que permite gran variedad de instalaciones.