Calidad y problemas de la soldadura

Calidad y problemas de la soldadura

En la primera edición de la norma ISO 9000 (1987), la soldadura se definía como un proceso especial. Esto se debe a que en aquella época era difícil comprobar los requisitos de calidad. Desde entonces, es posible gestionar la calidad de la soldadura basándose en el estándar de trabajo que especifica los materiales e instrumentos que deben utilizarse y la cualificación de los operadores, las condiciones/procedimientos de trabajo y la forma de controlarlos y comprobarlos y las medidas de seguridad. Los estándares también especifican las condiciones de soldadura para cumplir con los mismos, así como los sistemas de medición, los manuales de comprobación y los registros de gestión que deben utilizarse.
Comprobar la calidad de la soldadura es extremadamente importante, sin embargo, no era fácil de evaluar. La evidencia de esto son las diversas calificaciones y condiciones estrictas especificadas para los operadores e instrumentos de soldadura. De hecho, las soldaduras deficientes han sido señaladas como la causa de muchos accidentes graves en barcos, puentes e infraestructuras, lo que ha llevado a exigir una gestión de calidad exhaustiva y rigurosa.

Las técnicas de gestión e inspección han mejorado constantemente gracias al desarrollo de sensores, cámaras de alta precisión, sensores de desplazamiento láser y otras tecnologías. La clave para el futuro de la soldadura es cómo introducir una gestión de calidad racionalizada y de alta precisión mediante el uso de la tecnología para aumentar la experiencia y los conocimientos.

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